¿Cómo recargar su vehículo eléctrico?
El vehículo eléctrico es ya una realidad. El ahorro económico o el menor impacto medioambiental son algunas de las razones que explican su impulso. Pero, ¿qué debe hacer un usuario para recargarlo? Estas son las principales opciones disponibles en la actualidad.
Si el usuario tiene garaje
Lo más lógico y cómodo para un usuario de vehículo eléctrico es tener un garaje propio o una plaza en uno vecinal. Si es propio, ya existe la posibilidad de utilizar un enchufe convencional y un conector schuko (16 A) para recargas lentas y ocasionales (hasta 2,3 kW de potencia, normalmente).
No obstante, lo ideal es instalar una base mural de recarga (a partir de 3,6 kW de potencia), con suministro más potente y cable de mayor sección. Esa es precisamente la opción habitual en los garajes vecinales. La Ley de Propiedad Horizontal permite a los propietarios de una plaza de garaje instalar estas bases con solo informar a la Comunidad de Vecinos, sin necesidad de aprobación por parte de ésta. Eso sí: lo debe realizar un especialista, ya sea instalando un contador nuevo o con conexión al contador específico de la vivienda, con el fin de que ese consumo no repercuta a los vecinos.
Si el usuario no tiene garaje para su vehículo eléctrico
Esta opción es menos cómoda, pues las ciudades españolas aún cuentan con pocos puntos de recarga. Poco a poco, los parking por horas o los de las superficies comerciales van incorporando esta infraestructura para uso de sus clientes. Por el momento supone una solución puntual durante el día, pero no así para la noche, momento que el usuario dedica a completar la carga de las baterías de su vehículo eléctrico. No obstante, ayuntamientos como el de Madrid o el de Barcelona han elaborado mapas online en los que se pueden consultar los puntos de recarga situados en la vía pública, para una mejor planificación del usuario.
Recargar un vehículo eléctrico es una tarea sencilla: preferiblemente por la noche en un garaje privado, ya sea individual o vecinal, con contador específico o conectado al ya existente en la vivienda. No obstante, si no se dispone de uno propio, el usuario puede utilizar los puntos de recarga situados en la vía pública, o bien los de parkings por horas o superficies comerciales.