Alegaciones para justificar un exceso de velocidad

La multa de tráfico por exceso de velocidad es un tipo de sanción habitual, que se ha incrementado en los últimos años debido a las campañas de seguridad de las diferentes administraciones. Pero se pueden recurrir por muy diferentes motivos.

Cómo conocer una multa por exceso de velocidad

En ocasiones, la multa por exceso de velocidad se notifica al conductor del coche en el momento de cometer la infracción, justo después de pasar por el radar utilizado para medir la velocidad de circulación que ha dado lugar a la sanción. En otras ocasiones, se notifica por correo postal al infractor. También es posible consultar por Internet si existe alguna sanción por exceso de velocidad sobre un determinado vehículo o conductor. Para ello, hay que entrar en la Sede Electrónica de la Dirección General de Tráfico o bien en el Departamento de Tráfico del ayuntamiento correspondiente. En cualquier caso, es importante que la notificación se realice en el plazo y la forma adecuados, puesto que un error en ello puede ser motivo de alegaciones por parte del conductor.

¿Qué se puede alegar?

Además de una notificación errónea, hay otros motivos que se pueden alegar a la hora de recurrir una multa de tráfico. Por ejemplo, que los datos contenidos en la notificación son incorrectos (matrícula del vehículo, fecha y hora de la infracción, etc.). Cuando la multa se apoya en la fotografía de un radar, este dispositivo debe contar con su correspondiente certificado de homologación. De no tenerlo, la sanción se podría recurrir, como también podrá hacerse si esa fotografía no tiene la calidad suficiente para identificar claramente al vehículo, o la imagen mostrada da lugar a equívoco. Además, un cálculo impreciso de los márgenes de error del radar también es motivo de posible alegación.

Por tanto, si bien las campañas de seguridad han endurecido las multas por exceso de velocidad y han mejorado los métodos de medición y notificación, todavía hoy se pueden producir errores en alguna fase del proceso sancionador. En ese caso, se abre una vía de alegaciones para el conductor, que si recurre de forma adecuada podría evitar el pago de dicha sanción.