Sin empleo: y si me pongo a comerciar
Comerciar con bienes muebles o inmuebles puede ser una solución para quien se encuentra en situación de desempleo. Para ello, conviene disponer de los documentos legales que aseguren el acuerdo de ambas partes en toda transacción.
Comerciar como solución al desempleo
En situaciones de crisis y desempleo es importante saber tomar la iniciativa y revelarse como un verdadero emprendedor. Para ello, una de las vías es introducirse en el terreno de la compraventa de bienes muebles o inmuebles. En efecto, este es un ámbito que ofrece infinidad de posibilidades de éxito si se sabe gestionar bien el patrimonio. Un buen comerciante sabe ver el valor de las cosas mejor que nadie y obtener beneficios donde nadie veía más que pérdidas. Pero para que todo ello se mueva dentro de la legalidad conviene disponer de un documento que estipule las condiciones del acuerdo entre las partes implicadas.
Factores que todo comerciante debe tener en cuenta
Antes de aventurarse a negociar e invertir una cantidad de dinero importante, es fundamental realizar un estudio del mercado en el que se quiere entrar. Aquí entran en juego muchos factores, entre los que se cuentan la zona en la que se quiere operar, el alcance (local, estatal, internacional), la índole de los productos con los que se va a comerciar, etc. Lo mejor, no cabe duda, es que uno se proponga comprar y vender un producto que conozca a la perfección, con un enfoque comercial que le resulte cómodo, pues de lo contrario nunca podrá sacar los máximos beneficios de su negocio.
En definitiva, comerciar puede ser una vía de ingresos para quien no disponga de empleo y esté cansado de esperar a que le lleguen las oportunidades. No obstante, conviene mantenerse siempre en los dominios de la legalidad. Para ello, hay que usar un contrato de compraventa que fije las condiciones aceptadas por comprador y vendedor según el marco legal vigente.