¿Cómo administrar los beneficios obtenidos por la representación de su hijo?

Gestionar los beneficios obtenidos por la representación de un menor es una situación que está especialmente protegida, por lo que se debe llevar a cabo vigilando de cerca el cumplimiento de las leyes que indican cuál debe ser el proceso concreto.

Detalles sobre la representación

Los casos en los que los menores generan beneficios no son nada comunes. Sin embargo, sí que hay momentos concretos en los que estos pueden llegar a percibir remuneración por distintas actuaciones no teniendo capacidad para gestionar su propio patrimonio. Es en estas situaciones en las que se necesita la figura del representante para gestionar los beneficios obtenidos por la representación. La figura del menor es clave en todo el proceso, por lo que siempre debe atenderse al derecho infantil y a las medidas de protección de menores que estén vigentes y se consideren oportunas para cada caso para evitar problemas.

Cómo gestionar los beneficios obtenidos por la representación

Lo primero que hay que dejar claro es que es fundamental la firma de un contrato que establezca la situación. La representación artística, motivo principal de estos casos, suele venir asociada a la cesión de los derechos de imagen. Así, el contrato de cesión de los mismos debe dejar a las claras aspectos tan importantes como el responsable civil o la cuantía a percibir por esta cesión. Asimismo, se debe especificar la duración del contrato y el uso que se hará de la imagen del menor, algo que debe ser adecuado y no servir para usos que contravengan la especial situación de los niños.

La gestión de los beneficios obtenidos por la representación de menores tiene una serie de requisitos muy específicos para proteger la figura de los niños. Todos estos aspectos legales deben tenerse en consideración antes de actuar, siendo necesaria la firma de un contrato que recoja de forma debida todo lo relacionado con el tipo de gestión y uso de la figura del niño que genere los beneficios.