CONTRATO PARA EMPLEADO DEL HOGAR O DOMESTICO
Hacer un contrato para el empleado del hogar ha pasado de la más profunda irrelevancia a contar con una importancia capital si el contratante no quiere verse sorprendido por inspecciones que puedan conllevar sanciones. De igual forma, la seguridad del trabajador hace necesario un contrato que atienda a la legislación vigente.
La importancia del contrato
Como en cualquier ámbito, los particulares que deseen disfrutar de los servicios de un profesional del trabajo doméstico deben considerar esencial un contrato para el empleado que cumpla la legislación laboral. Definir los distintos aspectos que marcarán la relación entre empleado y empleador (http://www.hogardomestico.com/espana/contrato-servicio-domestico/) es la mejor forma de prevenir futuros problemas legales y de explicitar el acuerdo de trabajo al que se ha llegado. No debe olvidarse que la falta de contrato, o un fallo en su redacción, puede conducir a denuncias por parte del trabajador o al no reconocimiento de las obligaciones del contratante, por lo que las dos partes del acuerdo deben tomarse este asunto con la mayor seriedad.
Los beneficios del contrato
Un contrato por horas o de jornada completa asegura una serie de ventajas de gran importancia. Gracias a este documento se cubrirán imprevistos, como los accidentes laborales, al contar con el alta del trabajador en la seguridad social; el número exacto de horas a trabajar y el sueldo por cada una de estas, también son puntos a tener en cuenta a la hora de realizar este acuerdo escrito. El contratante también debe saber que un documento de este tipo es vital para evitar denuncias ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social cuando acaba la relación laboral, por lo que este documento es todo un seguro para prevenir disgustos en el futuro.
En definitiva, disponer de un contrato para trabajadores del hogar es una tarea primordial a la que debe atenderse antes de realizar cualquier contratación, ya que de ello depende la seguridad del trabajador y el respeto a sus derechos, así como la tranquilidad del contratante ante un posible desacuerdo o conflicto laboral.