¿Es propietario? ¿Es mejor alquilar un piso amueblado o vacío?

No son pocos los propietarios que se plantean alquilar un piso amueblado o, por el contrario, dejarlo vacío para el arrendamiento. Las ventajas de la primera opción son numerosas, lo que no quita para que también existan riesgos que deben ser afrontados y previstos.

Ventajas de alquilar un piso amueblado
Es fundamental comprender que una vivienda que cuente con todo el mobiliario necesario para ser habitable tiene un precio de mercado muy superior al de aquellos inmuebles que se encuentran vacíos. El sector de alquiler valora mucho el contenido de los muebles aportados por el propietario, y es que esto hace que la tarea de alquilar un piso amueblado sea sencilla al disponer de más personas interesadas en su disfrute. A ello se une como se ha dicho la opción de solicitar un alquiler más alto y, por supuesto, se evita que los muebles del inquilino puedan dañar suelos o paredes debido a la mudanza.

Aspectos importantes
Sin embargo, no todos son ventajas a la hora de alquilar un piso amueblado. El riesgo principal procede del mal uso y del deterioro que los inquilinos puedan hacer del mobiliario. Para ello, junto al contrato de arrendamiento de bienes es necesario incluir un inventario y diseñar distintas cláusulas del contrato que establezcan posibles penalizaciones pero que no contravengan al derecho de arrendamiento. En casos extremos, todo ello puede suponer la finalización del contrato de forma anticipada. Es aconsejable también incluir fotografías del mobiliario para que la revisión de su estado sea más sencilla en caso de haber disputa entre las partes.

En definitiva, alquilar un piso amueblado es una buena forma de sacar un mayor rendimiento económico por una vivienda. Los riesgos están presentes, aunque pueden ser anticipados si se tiene en cuenta todo ello en el contrato de arrendamiento que las partes deben firmar y si se disponen mecanismos de defensa para que el propietario sepa que será compensado en caso de daño.