Protección de la intimidad mediante la prohibición de divulgación de datos de carácter personal

Las leyes actuales sobre protección de datos garantizan el derecho a la intimidad en Internet. Además, dan potestad a cualquier persona para solicitar el acceso a cualquier fichero privado con el fin de consultar, rectificar o eliminar los propios datos personales.

Qué acciones garantizan las leyes de privacidad

Las leyes vigentes sobre protección de datos permiten básicamente cuatro acciones: el acceso, la rectificación, la cancelación y la oposición. Con el derecho a acceder, cualquier persona puede consultar sus datos que figuran en un determinado fichero. Posteriormente, puede pedir que se rectifique un determinado dato. Si quiere que su intimidad quede totalmente preservada, puede exigir la cancelación o eliminación. Alternativamente, puede solicitar que sus datos personales no sean tratados para el fin previsto en dicho fichero, por ejemplo, el envío de publicidad. De manera general, todo sitio web que tenga formularios con solicitud de datos personales tendrá también un fichero en el que se almacenan dichos datos. Y su responsable debe permitir el ejercicio de los mencionados derechos.

Derecho al olvido o cómo prohibir la divulgación de datos personales para preservar la intimidad

En los últimos años los tribunales de justicia han garantizado un nuevo derecho: el derecho al olvido. Según este concepto, cualquier persona puede prohibir a los motores de búsqueda en Internet (por ejemplo, Google o Yahoo) la difusión de sus datos personales cuando en dicho buscador se introduzca su nombre en el campo de búsqueda. Especialmente, cuando dicha información ha quedado obsoleta o no tiene interés público, evitando así que entre en conflicto con otro derecho: el de información. Este derecho se puede ejercer directamente ante la compañía responsable del buscador, sin necesidad de acudir a los tribunales.

La intimidad es un derecho de todos. Pese a que los sitios web pueden recabar datos personales previa autorización de su titular, la privacidad debe estar totalmente garantizada por los responsables de los ficheros de datos. Además, deben permitir el derecho al acceso, la rectificación, la cancelación y la oposición. En ellos se incluye el denominado derecho al olvido en los buscadores de Internet.