Las decisiones tomadas en asamblea general de copropietarios lo pueden comprometer durante muchos años

Siempre es necesario acudir a cualquier asamblea general de copropietarios que se convoque en una comunidad de vecinos, ya que las decisiones que esta adopte son vinculantes y obligarán durante bastante tiempo a determinadas acciones incluso a los ausentes en ellas.

La importancia de la asamblea general de copropietarios

Basta con tener claro que este tipo de reunión es el órgano principal de gestión y toma de decisiones de una comunidad de vecinos para comprender que la ausencia puede comprometer por bastantes años a quienes no se personen. Por ejemplo, los acuerdos entre propietarios pueden derivar en cuotas de pago adicionales con las que un vecino podría no estar de acuerdo. Además, todo lo relativo a contratación de servicios, ejecución de problemas y casos similares debe pasar por este órgano, lo que justifica la presencia obligada de todos aquellos propietarios que quieran defender su posición adecuadamente.

Lo que hay que hacer si no se puede acudir

Como siempre pueden ocurrir imprevistos que impidan la asistencia, es conveniente disponer de una herramienta para delegar el voto comprometiendo a un representante a defender una postura determinada en la asamblea general de copropietarios. Para ello es necesario crear un formulario de representación en junta que sirva para identificar a la persona y saber a qué vecino o vecinos está sustituyendo. Se debe tener en cuenta que la presencia física o en forma de representación es necesaria incluso para realizar reclamaciones legales contra las decisiones tomadas en caso de conflicto, por lo que no se debe pasar por alto la importancia de este asunto.

Las decisiones que adopte la asamblea general de copropietarios de una comunidad son de máxima importancia y comprometen a todos los vecinos durante bastante tiempo. De ahí se deriva la importancia de acudir a las mismas o, si resulta imposible la asistencia, de enviar a un representante que defienda y vote de la manera que lo haría el propietario ausente.