¿Oficinas demasiado grandes? ¿Cómo transformarlas en coworking?
El coworking se presenta como una nueva tendencia capaz de ayudar a muchas empresas. Una de sus ventajas es la de sacar rendimiento a oficinas no aprovechadas completamente, algo que debe hacerse siguiendo el camino legal impuesto para ello.
Ventajas del coworking
Sucede en muchas compañías que de forma momentánea o por periodos prolongados la oficina resulta demasiado grande para las necesidades reales. No obstante, los costes de mantenimiento son siempre los mismos, por lo que el presupuesto puede desequilibrarse por este factor. Mucho más fácil que buscar un nuevo espacio de trabajo es optar por el coworking, una oportunidad para apostar por el uso compartido de oficinas y otros espacios que puede solucionar los problemas enumerados anteriormente. Este proceso crea áreas funcionales para varios trabajadores en una misma oficina permitiendo un acceso mucho más sencillo y una rentabilidad del espacio llena de ventajas.
Aspectos a tener en cuenta
No obstante, el coworking no puede vulnerar los derechos del propietario del espacio ni mucho menos incumplir las cláusulas vigentes en un contrato de arrendamiento. Así, es necesario seguir los cauces legales pertinentes para que esta opción sea válida a ojos de la ley. Para empezar, se debe comunicar la situación al dueño del espacio y demandar una contestación mediante carta de autorización u oposición al subarriendo. Esta es la que sirve para prevenir posibles controversias en el uso del espacio arrendado, por lo que se trata de uno de los pasos fundamentales si se opta por esta solución.
En definitiva, el coworking es una excelente idea para reducir gastos y aprovechar zonas de la oficina que pueden estar en desuso. Sin embargo, el proceso debe llevarse a cabo con todas las de la ley para que no existan tensiones innecesarios ni situaciones ilegales que puedan ser reprochadas por parte de la propiedad, todo siguiendo siempre la legalidad vigente en cada caso.