Negligencia de un empleado: no dude en reprenderle por carta certificada
La negligencia de un empleado tiene diversas formas de ser sancionada. La amonestación escrita es la más leve —si exceptuamos la que se hace de forma verbal— aunque su utilidad es máxima si se tiene en cuenta que este escrito puede servir como prueba ante posibles desacuerdos futuros.
Cómo actuar ante la negligencia de un empleado
Como es evidente, cualquier acción que busque reprender a un trabajador debe emprenderse conforme a las pautas que marca el derecho laboral vigente. Así, un primer paso adecuado para actuar ante la negligencia de un empleado es realizar una amonestación verbal. Si se desea dejar la situación correctamente preparada ante la posibilidad de emprender acciones legales, la amonestación por escrito es el mejor medio para ello. Este documento es una de las mejores acciones previas al despido, ya que demuestra que han existido problemas con un trabajador en concreto por motivos justificados que pueden conducir al fin de la relación laboral.
Detalles a tener en cuenta
La amonestación por escrito tiene una serie de características que no pueden ser dejadas de lado por el empresario si se quieren obtener los resultados esperados. Así, debe constar el tipo de falta que se ha cometido y, si es posible, con los estatutos de la empresa, el código interno y la legislación vigente. Además, debe estar detallado si existen faltas reiteradas o si solamente es un caso aislado. Todo ello puede suponer una prueba que el empresario usará en caso de necesidad, siempre y cuando quede constancia de su envío y recepción al propio trabajador —algo para lo que es aconsejable el correo certificado—.
Es conveniente que los empresarios dispongan de un medio eficaz para castigar la negligencia de un empleado, ya que la situación puede desembocar en procesos legales en los que una amonestación escrita será una prueba de gran valor. No obstante, en su redacción y envío se deben tenerse presentes las características necesarias para que el documento tenga la validez legal oportuna.