Negociar una renuncia voluntaria de forma óptima
Si ha llegado la hora de dejar el trabajo, hay que considerar los beneficios de renunciar voluntariamente. Para ello, es importante negociar las condiciones de manera inteligente. Y, por supuesto, una renuncia siempre será mejor que un despido, sobre todo para futuras candidaturas en otras empresas.
La renuncia voluntaria: cómo gestionarla de la mejor forma posible
La renuncia del trabajador a su puesto de trabajo es un derecho inapelable, siempre por supuesto respetando las condiciones del contrato firmado previamente. El proceso no tiene que ser desagradable para las partes implicadas. Por ejemplo, si la vinculación con la empresa ha sido positiva, el trabajador puede ofrecerse a permanecer en su puesto hasta que la dirección encuentre a un sustituto adecuado. Esto, además, puede ser un factor positivo a la hora de pedir una compensación económica por antigüedad o referencias y recomendaciones para el futuro. De esta forma, renunciar al contrato voluntariamente se convierte en un proceso amistoso y cordial entre las partes.
Factores a tener en cuenta para renunciar al puesto de trabajo
Aunque cada caso es particular, y puede haber situaciones insostenibles y complicadas entre un empleado y su empleador, lo ideal es que la ruptura de los lazos contractuales se desarrolle con normalidad y siempre dentro de un marco legal. Siempre que se pueda, se debe respetar el interés de ambas partes. A la hora de negociar la renuncia, el empleado puede tener en cuenta solicitar la extensión temporal de beneficios como prestaciones médicas hasta que encuentre otro trabajo, o pedir referencias por escrito para abrir puertas de nuevos empleos. Si la situación en el trabajo es mala y el despido inminente, siempre es mejor recurrir cuanto antes a la renuncia voluntaria.
En conclusión: negociar una renuncia voluntaria es un proceso que, llevado a cabo con inteligencia, puede redundar positivamente en la situación personal del empleado, facilitándole el acceso a puestos de trabajo nuevos y cerrando la relación laboral con la empresa de una manera amistosa. Ello se debe hacer, en todo caso, por medio de un documento legal de solicitud de renuncia voluntaria.