Daños causados por el agua: no hay que olvidar el inventario completo del alcance del siniestro
El agua puede ser uno de los peores males de una propiedad. Así, los daños causados por el agua pueden arruinar desde viviendas a locales comerciales pasando por todo tipo de lugares. La forma de encontrar la satisfacción a la que se tiene derecho es inventariar bien todo lo dañado de forma profesional.
Documentar los daños causados por el agua
Ya sea por inundaciones, por problemas en el suministro general o por averías en las propiedades cercanas, el inventario completo es la única forma efectiva de conseguir que administraciones públicas o empresas de seguros de viviendas se hagan cargo de los desperfectos y satisfagan el derecho del propietario. Fotografiar de forma exhaustiva las zonas más dañadas es la mejor solución que se tiene a mano. Tampoco está de más poder comparar esto con un inventario hecho anteriormente en el que las pertenencias o el espacio dañado se encontrasen en perfecto estado, algo que hace evidente la conveniencia de realizar un inventario previo.
Modos de satisfacción
Este es un tema diferente al anterior pero que también debe tenerse en cuenta. Una vez que se conocen y comprenden los daños causados por el agua en una propiedad determinada, siempre existen responsables que deben dar satisfacción a los perjudicados. Muchas empresas de seguros son las que en ocasiones tienen que responden por sus clientes. Costear las operaciones de reparación o emitir un pagaré por el que se reconozca la obligación de realizar este tipo de intervención suelen ser formas habituales de proceder. Eso sí, siempre se debe cumplimentar la notificación de daños causados en vivienda colindante para no crear problemas.
En resumidas cuentas, los daños causados por el agua deben demostrarse de una forma adecuada para obtener la satisfacción deseada. Nada mejor para ello que realizar un inventario fotográfico de todo lo dañado para poder presentarlo junto con las reclamaciones oportunas. Este puede servir como herramienta ante posibles disputas, por lo que su utilidad es máxima para cualquier perjudicado.