Evitar actuaciones judiciales publicando una notificación de daños
Realizar obras en una vivienda puede convertirse en una experiencia satisfactoria si se hace de forma adecuada y se evita causar daño a los vecinos. No obstante, como siempre se corre el riesgo de dañar las viviendas colindantes, contar con una notificación de daños es más que aconsejable.
La forma de prevenir problemas
El mejor consejo a la hora de emprender la reforma de una vivienda que se encuentre situada dentro de una comunidad de vecinos es tomar todas las medidas de seguridad pertinentes, comunicar la intención a los copropietarios para que estén preparados ante posibles incomodidades o imprevistos, y asegurarse de contar con la licencia de obras y cualquier otro documento oficial que sea necesario. No obstante, la prevención de riesgos no siempre es suficiente, ya que pueden aparecer situaciones que dañen materialmente las viviendas colindantes haciendo necesaria la justificación de los daños causados a terceros para acometer su correcta reparación.
Cómo usar la notificación de daños
Siempre que se detecte que se han producidos daños a un vecino, o que él mismo lo haga saber y se compruebe y demuestre que esos daños responden a la naturaleza de las obras que se están llevando a cabo, el propietario de la vivienda en reforma debe hacerse cargo de la reparación de los desperfectos. Sin embargo, siempre es aconsejable hacer una notificación de daños que sea firmada por ambas partes si no se quiere correr el riesgo de que esta quede impugnada por el afectado. Del mismo modo, las fotografías y el peritaje de un experto son esenciales.
En definitiva, la notificación de daños por obra en vivienda colindante es un recurso que no debería faltar nunca a los que van a realizar una reforma de su hogar, ya que cumple con las exigencias legales que existen para aceptar la responsabilidad que se tiene por haber creado algún daño en propiedades vecinas.