Acuerdo de confidencialidad: un documento que debe utilizarse siempre que sea necesario
El acuerdo de confidencialidad suele emplearse en determinadas ocasiones para asegurar la protección de cierto tipo de información en una relación comercial. Todo ello siempre que se haga de la forma adecuada y sin sobrepasar los límites legales.
Momentos para pensar en un acuerdo de confidencialidad
Un acuerdo de confidencialidad puede ser realmente útil siempre que las circunstancias así lo aconsejen. No se debe caer nunca en el error de querer proteger cualquier tipo de información a través de este método, ya que es mejor recurrir a él de forma puntual que convertirlo en norma. Los contratos industriales en los que se expresan secretos del mismo tipo son un buen ejemplo de un caso en el que este acuerdo entre partes está plenamente justificado. La firma de exclusividad para suministrar un servicio o diferentes secretos profesionales también pueden valerse de las características legales de este tipo de acuerdo.
A tener en cuenta
Lo cierto es que un acuerdo de confidencialidad debe tener una serie de características para poder ser completamente efectivo a ojos de las administraciones encargadas de la legalidad. Lo más importante en él es que se detallen exhaustivamente las cláusulas de todo lo que no debe ser regulado de ninguna forma añadiendo los canales expresamente prohibidos para hacerlo. Tan importante como lo anterior es señalar las penalizaciones que se impondrán por el incumplimiento de las mismas cláusulas. Así, el resultado será que la información quedará blindada para mayor seguridad de las partes, algo ideal para muchos sectores profesionales dedicados a la innovación.
En definitiva, el acuerdo de confidencialidad es un documento de gran valor para profesionales de distintos sectores que buscan proteger sus investigaciones o patentes exclusivas pero que tienen que darlas a conocer a ciertas personas. El acuerdo protege de su malintencionada divulgación, algo que puede llegar a acarrear problemas legales de diversa índole para quienes no respeten las cláusulas del acuerdo firmado.