Cómo se controlan las cesión de acciones de una empresa
Una cesión de acciones es un proceso habitual dentro del mundo empresarial en compañías participadas por varios miembros. Este asunto puede deberse a distintos motivos y siempre debe cumplir con una serie de condiciones para no convertirse en una transacción.
¿Por qué una cesión de acciones?
Los motivos pueden variar dependiendo siempre del caso y del tipo de compañía. Ya se trate de una sociedad limitada o de cualquier otro tipo de entidad, las acciones son las que determinan el control efectivo de la empresa, por lo que al cederlas se otorga potestad para la toma de decisiones en órganos como el consejo de accionistas. Por ello, el pacto entre socios, que suele ser la forma más habitual de cesión de acciones, debe controlarse efectivamente mediante un contrato que estipule las cláusulas bajo las cuales se desarrollará el proceso de cesión, si no se quiere quedar expuesto a distintas situaciones perjudiciales.
Aspectos a tener en cuenta
Una cesión de acciones es una actividad que no debe reportar un beneficio económico directo. Es decir, no tiene cabida establecer un importe a recibir para el titular de las acciones por su cesión, ya que esta situación se consideraría una transacción y quedaría regulada a través de un contrato de venta. Por otro lado, se puede ceder una parte de las acciones o la totalidad de la misma y por un plazo de tiempo determinado, haciéndose necesario que todo ello quede reflejado en el documento de pacto entre socios que regulará la situación y que determinará los cauces por los que se desarrollará.
La cesión de acciones puede deparar bastantes ventajas, tanto si se produce entre socios de una misma compañía, caso más habitual, como si las acciones son cedidas a un tercero. Lo que siempre es necesario es la firma de un pacto o contrato que no especifique un beneficio económico directo si se quiere seguir hablando de cesión y no de venta.