Controlar una prestación de servicio
Cuando un profesional de cualquier ámbito necesita contratar una prestación de servicio, el contrato firmado entre las partes debe contener las medidas de control que hagan evaluable el progreso de la actividad que se llevará a cabo.
Cómo controlar una prestación de servicio
Una prestación de servicio requiere la firma de un contrato bilateral entre el profesional contratante y el contratado -contrato que estipulará de forma clara y concisa el objeto y la actividad que debe llevarse a cabo-. Este contrato debe acompañarse de cláusulas de control o de un anexo que confirme distintas medidas para dar una garantía de cumplimiento a la parte contratante. Así, los medios más habituales suelen establecer periodos de entrega y revisión de la tarea desarrollada o penalizaciones que se deriven de retrasos o falta de calidad en el trabajo de la parte contratada.
Posibles medidas de control
Cualquier medida que vaya a tomarse para garantizar el control de un contrato de servicio debe ajustarse a la legalidad laboral vigente y estar perfectamente redactada para evitar imprevistos y situaciones desagradables entre las partes (http://www.revistadintel.es/Revista/Numeros/Numero1/Normas/Garcia.pdf). Una prestación de servicio puede extinguirse si el incumplimiento de los objetivos, generales o de etapa, no se satisfacen debidamente. Para ello es necesario explicitar los plazos en los que las tareas deben estar hechas o entregadas y la forma adecuada de hacerlo. Igualmente, existe la posibilidad de incluir cláusulas penalizadoras que afecten al encargado de suministrar el servicio contratado.
Explicitar las medidas de control de una prestación de servicio es algo que se debe realizar de forma pormenorizada y atendiendo siempre a las necesidades del profesional que contrata. Así, deben quedar claros los plazos y los distintos aspectos que hagan demostrable que el contrato firmado se está cumpliendo, ya que lo contrario puede suponer la no satisfacción de la actividad encargada.