Un despido económico ¿puede negociarse?

Un despido económico es una figura legal que limita la capacidad de protesta del trabajador. No obstante, también entra dentro de los márgenes de la negociación entre partes, algo que debe ser tenido en cuenta si se pasa por una situación de este tipo.

Causas del despido económico

El económico es un despido procedente cuya justificación recae en la mala situación financiera de una compañía cualquiera que se ve obligada por ello a recortar en su plantilla. Al trabajador afectado le corresponde una indemnización mínima marcada por la ley, aunque siempre queda margen para la negociación entre asalariado y empresario. Esto entra a formar parte del derecho del trabajador, quien en muchas ocasiones tiene en su mano la posibilidad de aumentar dicha indemnización de una forma muy sencilla amenazando al empleador con la posibilidad de emprender acciones legales que dificulten el proceso de despido.

Motivos y base para negociar

En esta situación, el empresario se ve en muchas ocasiones entre la tesitura de negociar al alza el despido o, por el contrario, dejar que la justicia siga su cauce quedando expuesto a una posible revisión del despido que lo haga inválido. La impugnación del despido supondría la restitución del trabajador a su anterior estatus, algo que no suele favorecer a las compañías que optan por el despido económico para agilizar su masa salarial. Todo comienza con la carta de despido, un documento que debe contener tanto los motivos como el resto de los aspectos relativos al despido y que sirve de base legal para posteriores acciones.

El despido económico puede presentarse como una figura llena de ventajas para los empresarios que decidan prescindir de parte de su plantilla en un intento de reducir gastos. Sin embargo, debe llevarse a cabo de forma legal y, además, es conveniente no perder de vista las ventajas de una negociación para evitar problemas con el trabajador despedido de esta forma.