El alquiler comercial estacional es el más rentable

Al gestionar un alquiler comercial estacional en una zona de vacaciones hay que valorar aspectos como la duración y las condiciones de rescisión del contrato. De hecho, deben considerarse factores como los permisos, el acondicionamiento del local y la rentabilidad del negocio.

Contrato de alquiler de comercio en una zona turística

Al tratarse de un alquiler comercial en una zona de vacaciones, es primordial establecer un acuerdo conveniente con respecto a la duración del contrato. Es posible plantearse una duración menor a los cinco años, con el riesgo de que el arrendador decida no renovar y se pierda la inversión en el acondicionamiento del local. Además, es esencial considerar aspectos como el derecho a subarrendar y el derecho de tanteo, en caso de que el propietario decida vender su local. Para protegerse frente a eventuales situaciones como esta, es imprescindible solicitar la redacción del contrato de arrendamiento a un profesional experimentado.

¿Se puede acordar un alquiler comercial estacional por temporada de vacaciones?

Es perfectamente posible firmar un contrato de alquiler comercial estacional por una temporada, principalmente cuando la zona de vacaciones muestra temporalidad, es decir, los lugares destinados a disfrutar de unas vacaciones en la nieve o una zona de playa. La condición general suele fijar, al menos, una fianza de dos meses. Es importante asesorarse con un abogado a la hora de redactar el contrato de arrendamiento, y tener presente si es necesario un período de carencia para acondicionamiento del local, establecer indemnizaciones por incumplimiento de las partes o la necesidad de cerrar el comercio por falta de liquidez, entre otros condicionantes.

Además de poder acordar un alquiler comercial estacional por una temporada, es legalmente viable concertarlo por varios años, aunque su ocupación se limite a cierta temporada. Esta alternativa protege al comerciante, en caso de que el propietario quisiera rescindir el contrato para continuar personalmente un negocio rentable. Es posible aceptar la rescisión, pero mediante el pago de una indemnización establecida en el contrato.