Más vale atenerse al contenido de un contrato si uno quiere proteger sus intereses
Respetar un contrato firmado es una cuestión importante sea cual sea la índole del acuerdo, ya que de no hacerlo se falta a una promesa legal y ello puede acarrear consecuencias. Una de ellas es recibir un requerimiento formal como paso previo a la reclamación judicial.
Cómo actuar si uno quiere proteger sus intereses tras la firma de un contrato
Velar por la consecución de los términos de un acuerdo es sinónimo de actuar en beneficio propio. Y es que toda relación contractual con un tercero se basa en el respeto mutuo a lo acordado, que por lógica debe interesar a ambas partes implicadas. Es por ello que, siempre y cuando no se haya cometido un error al firmar, nunca será beneficioso romper un acuerdo, ya que con ello uno demuestra que no tenía claros sus intereses y se expone a que le reclamen.
Qué ocurre si se falta a los términos de un contrato firmado
Las circunstancias imprevisibles de la vida pueden provocar que un acuerdo previamente favorable haya dejado de serlo, convirtiéndose en una mala decisión o una pérdida. Es por ello que siempre cabe la posibilidad de que una de las partes no respete los términos del contrato. Entonces, si uno quiere proteger sus intereses, tiene que proceder a requerir el cumplimiento del acuerdo por medio de un documento legal, que ejerce de advertencia amistosa sin necesidad de entrar en los juzgados. Este trámite garantiza a las partes implicadas la posibilidad de reclamar de manera particular y sin gastos.
En definitiva, aunque lo ideal es que todo contrato se respete hasta sus últimas consecuencias, lo cierto es que esto no siempre sucede así. Si uno quiere proteger sus intereses, lo mejor es que medite bien las condiciones del contrato que firma, ya que corre el riesgo de recibir requerimientos formales de cumplimiento.