¿En qué momento puede una empresa plantearse cotizar en bolsa?
Cotizar en bolsa es una acción que puede deparar grandes beneficios a una compañía. No obstante, se deben tener presentes una serie de aspectos antes de emprender esta acción, ya que también existen riesgos que pueden dificultar enormemente el éxito de la salida a bolsa.
A tener en cuenta
Lo fundamental es que la compañía que se plantee cotizar en bolsa debe disfrutar de una estabilidad indudable y de una reputación que haga que los inversores puedan confiar en ella desde el primer momento. El mercado de valores es reticente a mover acciones de compañías poco conocidas o con riesgo de inestabilidad. Así, la situación empresarial es el primer aspecto a vigilar por los socios de la compañía. Posteriormente se deben fijar los márgenes que regirán la salida a bolsa con un pacto de socios debidamente elaborado y firmado. Este documento establecerá el marco y las responsabilidades y derechos de cada una de las partes.
Ventajas de cotizar en bolsa
Si la compañía en cuestión disfrutar de una estabilidad lo bastante alta, cotizar en bolsa es una experiencia bastante rentable capaz de hacer que un negocio crezca rápidamente. Obtener financiación directa por parte de los inversores o mejorar su reputación para obtener acuerdos comerciales más ventajosos son solamente algunas de las ventajas que esta acción puede deparar. Por otro lado, una empresa que cotice en bolsa tiene las puertas abiertas para una progresiva expansión en el extranjero, otro aspecto que los negocios que quieran crecer no pueden dejar de tener en cuenta si buscan la forma más estable de hacerlo.
En definitiva, cotizar en bolsa es algo que promete una serie de beneficios que las empresas no pueden dejar de lado. Eso sí, primero se debe analizar la situación de la compañía y crear un pacto que regule las relaciones entre las diferentes partes de la empresa para que la salida a bolsa esté destinada al éxito en la medida de lo posible.