Otorgar un poder: sí, de acuerdo… ¡Pero no a cualquiera!

Siempre es necesario acudir a cualquier asamblea general de copropietarios que se convoque en una comunidad de vecinos, ya que las decisiones que esta adopte son vinculantes y obligarán durante bastante tiempo a determinadas acciones incluso a los ausentes en ellas.

En cualquier esfera de la vida diaria hay ocasiones en las que se debe otorgar un poder para solucionar distintos asuntos. Ahora bien, este acto puede resultar peligroso si no se elige bien a la persona y si no se limita su acción.

¿Cuándo otorgar un poder?

Es necesario determinar siempre las situaciones en las que se puede y se debe otorgar un poder. Por ejemplo, esta herramienta legal es muy útil en casos de pleitos, ya que permitirá al defensor de la parte propia actuar con completa autonomía para intentar proteger los beneficios de un empresario o un simple cliente. En actos de representación de empresas también es muy útil, ya que librará a las personas con poder ejecutivo de la necesidad de acudir a diferentes encuentros. En la vida cotidiana, la firma de documentos suele ser la ocasión más usual en la que un poder es útil.

Algunas precauciones a tener en cuenta

Otorgar un poder es algo que da capacidad a otra persona de tomar decisiones en nombre de quien lo concede. Por ello, es extremadamente importante tener precaución con la persona a la que se entrega el poder. No obstante, este documento puede contener determinadas cláusulas especiales para evitar imprevistos. Así, los poderes especiales deben tener vigencia temporal, limitarse a una fecha concreta, o vigencia material que los haga exclusivos para una tarea concreta. El mecanismo de revocación del poder también debe quedar a las claras para conseguir la disolución de este vínculo siempre que se considere necesario.

La utilidad y necesidad de otorgar un poder en determinadas situaciones es algo que está fuera de toda duda. Sin embargo, este trámite conlleva una serie de riesgos que pueden y deben ser evitados tomando ciertas precauciones. Elegir a la persona correcta y dotar el acuerdo de distintas cláusulas son herramientas válidas para reducir la peligrosidad de un poder especial.