Considerar mejor las prestaciones de servicios offshore
Las sociedades offshore establecen determinados tipos de negocios que implican una inversión extraterritorial. Se desarrollan en algún país o región que ofrece ventajas con respecto al lugar de residencia, como beneficios fiscales, facilidad de trámites de constitución y leyes favorables.
Otras características de las prestaciones de servicios offshore
Además de operar económicamente en un país externo a su domicilio, las prestaciones de servicios offshore deben estar dirigidas por personas domiciliadas fuera de su país de establecimiento, y no pueden utilizar mano de obra local ni la economía del país de acogida en materia de negocios de inversión, operaciones bancarias, etc. El nombre de los titulares de estas sociedades offshore permanece oculto, pues es un testaferro quien actúa como director y accionista fiduciario frente al Registro Mercantil. Las leyes de confidencialidad también favorecen la opacidad informativa de estas sociedades, aunque demandan estatutos, constitución y gestión realizados por agentes acreditados.
Principales formas jurídicas de las sociedades offshore
Entre las formas jurídicas utilizadas en los negocios dedicados a las prestaciones de servicios offshore destaca la Sociedad Anónima, que garantiza el anonimato y la preservación del patrimonio personal de sus inversores. Otra forma es la Sociedad de Responsabilidad Limitada mediante la cual la empresa inversora solo es responsable de la fracción que invierte offshore. Su desventaja es que los accionistas pueden ser susceptibles de publicación. Las Fundaciones de Interés Privado y el Fideicomiso o Trust son otras de las alternativas viables, aunque la opción por excelencia es la Internacional Business Corporation o IBC, estructura jurídica que ha sido creada específicamente para negocios offshore.
Las prestaciones de servicios offshore o extraterritoriales son negocios rentables para las empresas inversoras, pues gozan de beneficios fiscales y de leyes de confidencialidad, entre otras ventajas. Además, pueden operar legalmente si son gestionadas por abogados y profesionales especializados, acreditados ante la jurisdicción offshore, quienes se encargan de su constitución, de la redacción de sus estatutos y de su registro.