Cómo depositar una declaración jurada

Una declaración jurada puede convertirse fácilmente en un documento de vital importancia en determinados momentos, ya que es necesario presentarla para dar testimonio de situaciones o hechos reales ante cualquier órgano administrativo que así lo requiera.

Forma y contenido de una declaración jurada

Lo más importante de una declaración jurada es que debe expresar los hechos que expone el declarante para acreditar una situación cualquiera que tenga que ser demostrada ante la administración pública o ante cualquier otro tipo de entidad legal. Este documento legal debe contener de forma invariable los datos de aquel que presenta la declaración, el organismo al que se le hace llegar, los hechos expuestos como ciertos y el motivo por el que se presenta el documento en cuestión. Su firma y su correcta redacción son aspectos esenciales si se desea obtener el resultado esperado en cualquier trámite legal.

Situaciones en las que es necesaria

Lo primero que debe tenerse en cuenta es que una declaración jurada crea una responsabilidad legal si se demuestra que los hechos expuestos en ella son falsos o erróneos, por lo que hay que tener cuidado tanto a la hora de redactarla como en el momento de presentarla. Este documento es útil para una gran cantidad de casos, ya que puede servir para atestiguar el estado civil de una persona, el estar o no en posesión de distintos privilegios como, por ejemplo, una beca educativa o cualquier otra situación en la que un órgano de gobierno exija la prueba en cuestión.

En definitiva, una declaración jurada bien redactada en la que se expongan los hechos de una forma clara y bien organizada es vital para poder afrontar con éxito numerosos trámites con distintas administraciones. Es esencial cuidar tanto la forma como el contenido, ya que exponer en ella datos erróneos puede ser motivo de sanción por falsedad documental.