Declaración jurada en procesos legales
No son pocos los casos en los que se hace necesaria la presentación, durante procesos de cualquier índole, de una declaración jurada, ya que se trata de un documento cuya función es la de sostener la versión de una persona física.
Obligatoriedad
Una declaración jurada puede convertirse en un documento esencial cuando se toma parte en procedimientos jurídicos de cualquier orden, ya que contendrá la versión de diferentes hechos de una forma vinculante. Su obligatoriedad viene derivada de la responsabilidad legal que genera, ya que la firma de este documento hace constar que los hechos declarados en él se ajustan a la verdad y que el firmante se compromete a ello. Así, una falta en su redacción o en su procedimiento puede acarrear obligaciones legales y la imposición de distintas sanciones recogidas en el Código Penal de forma explícita.
Forma y contenido de la declaración jurada
Una declaración formalizada debe guardar algunos aspectos, tanto en forma como en contenido, para que el documento ejerza el efecto deseado ya que, de lo contrario, puede suponer su invalidez en un proceso e, incluso, acarrear consecuencias para el responsables de su entrega. Así, la declaración jurada debe constatar los hechos de la forma más detallada posible, algo que se hace esencial en procedimientos jurídicos de cualquier razón. No debe faltar nunca la firma del declarante, ya que es la que establece el vínculo legal al que se somete la persona que presenta el documento durante cualquier proceso.
Una declaración jurada es un documento de vital importancia en muchas tramitaciones de procedimientos ante distintas administraciones u órganos gubernamentales, ya que no debe olvidarse que en ella se contiene la declaración de unos hechos que se afirman como verdaderos. Así, su posesión y clara redacción constituyen aspectos esenciales si no se quieren sufrir inconvenientes no deseados.