Promover el desarrollo sostenible a través de una asociación ecológica
Si bien una asociación medioambiental puede convertirse en una herramienta de gran utilidad para alcanzar distintos objetivos, su constitución debe llevarse a cabo de forma cuidadosa y conforme a la legalidad vigente para que esta agrupación no se vea entorpecida en sus primeros momentos de vida.
La importancia de los estatutos de una asociación ecológica
Los estatutos de una asociación medioambiental contendrán los procedimientos para desarrollar tareas de concienciación, promover hábitos que permitan alcanzar el objetivo o disponer de tareas de preservación del entorno como parte de su trabajo, todo ello enfocado en la promoción del desarrollo sostenible como objetivo prioritario. Por otro lado, los estatutos también deben reflejar la posible relación con las instituciones públicas siempre que exista una relación directa, lo que no suele ser extraño si se atiende a que muchos miembros de la asociación pueden participar en eventos informativos de todo tipo. Este aspecto es esencial a la hora de recibir y reflejar subvenciones o ayudas, por lo que debe quedar bien reflejado en los estatutos de la asociación.
La capacidad de acción de una asociación
La razón social marcada en los estatutos de una asociación ecológica y las directrices determinadas por el órgano de gobierno elegido de forma adecuada determinarán el camino a seguir para la promoción del desarrollo sostenible. Este objetivo puede impulsarse incluyendo diferentes campañas, promoviendo actos en los que se promocionen los valores de la asociación o concertando cualquier tipo de acto de protesta que entre dentro de los márgenes legales. Todas estas acciones son posibles gracias a la constitución de una asociación, elemento que se convertirá en la mejor herramienta para promover el desarrollo sostenible respetando al máximo la legalidad.
Una asociación ecológica que quiera promocionar el desarrollo sostenible debe comenzar su andadura estableciendo unos estatutos sólidos y que respeten en todos los sentidos la legalidad vigente. Esto servirá para la tranquilidad de los miembros que formen la agrupación y para que las autoridades legales conozcan perfectamente la naturaleza de la institución que va a fundarse para transmitir unos valores o alcanzar una serie de objetivos.