El inventario, algo de lo que no podemos olvidarnos a la hora de alquilar una vivienda

A la hora de alquilar una vivienda, algo de lo que no podemos olvidarnos es del inventario. El estado del mobiliario presente en la misma es algo fundamental, por lo que un inventario se hace necesario a fin de evitar problemas futuros.

El inventario, algo de lo que no podemos olvidarnos

No siempre se tiene presente la importancia que puede llegar a tener un documento de este tipo. Al entrar en una vivienda alquilada, especialmente si esta está amueblada, las condiciones en las que el arrendador la deja deben ser respetadas al máximo por el arrendatario. Ello no quita para que existan desperfectos en muebles y otros lugares que pueden deberse a anteriores habitantes, una situación de la que hay que dejar constancia para que la responsabilidad no recaiga en el futuro sobre quien no la tiene. Para ello, algo de lo que no podemos olvidarnos es del inventario, por lo que no puede obviarse su necesidad.

Cómo hacerlo correctamente

Como es evidente, lo primero de todo es redactar un contrato de arrendamiento que sirva para dejar claras las condiciones de la vivienda y el uso que se hará de ella. Con todo, esto no es suficiente desde ningún punto de vista. El inventario debe dar constancia de todo lo presente en la vivienda. Para ello debe situarse como un anexo del mismo contrato y firmarse por ambas partes para que tenga la validez oportuna. No está de más tampoco incluir en este documento un catálogo fotográfico de la vivienda que muestre el estado real de los lugares que puedan ser más conflictivos.

En conclusión, el inventario es una de las partes más importantes de todas las que forman los anexos de un contrato de alquiler. En este documento se debe dejar constancia del estado de la vivienda con todo lujo de detalles para evitar que surjan imprevistos en forma de desperfectos en la vivienda de los que los alquilados no tengan responsabilidad.