Dimitir y crear su propia start-up
Una start-up ha demostrado ser una forma de negocio realmente interesante para aquellos emprendedores que deseen dar un salto en su carrera. No obstante, el primer paso suele ser dimitir del actual puesto de trabajo, algo para lo que deben tenerse en cuenta las exigencias legales que existen.
Dimitir como primer paso
Salir de un trabajo es un proceso que tiene una serie de peculiaridades que deben ser atendidas por el trabajador, si no quiere que el empleador tome represalias. El derecho laboral exige que la renuncia a un puesto se comunique a la compañía en tiempo y forma para que se produzca una comunicación efectiva. Para ello, debe usarse una carta de renuncia laboral que respete el plazo de entrega que determine la ley, el convenio aplicable o el mismo contrato firmado entre el trabajador y la compañía. Esta es la única forma que tiene el asalariado de ver respetados sus derechos si desea abandonar una empresa.
La formación de la start-up
Una vez que se ha resuelto el vínculo laboral entre el empleador y el empleado se puede afrontar el futuro con todas las garantías legales necesarias para ello. La start-up se acoge al mismo derecho que el resto de empresas que quieran formarse, por lo que hay que seguir una serie de pasos determinados entre los que figuran la fundación de la empresa y el respeto por las medidas sociales y de tributación a las que se acoge cualquier compañía. Todo ello estando en una situación en la que no queden cabos sueltos con el anterior puesto de trabajo, algo que, sin duda alguna, dificultaría enormemente el proceso.
No es extraño que la creación de una start-up se presente como una opción más que interesante para muchos trabajadores que buscan la forma de convertirse en empresarios para explotar los nuevos medios de negocio. No obstante, el primer paso para ello es dimitir, por lo que siempre debe contarse con la seguridad que ofrece una carta de renuncia laboral para iniciar el proceso.