Un certificado laboral debe siempre conservarse
Solicitar un certificado laboral a la empresa en la que se trabaja es una decisión inteligente, especialmente con la vista puesta en el futuro. Se trata de un documento que puede ayudar a una persona a conseguir un nuevo empleo relacionado con el sector.
Certificado laboral: un documento siempre recomendable
El certificado laboral es un documento sencillo que un trabajador puede solicitar a su empresa actual. Su principal valor es el de acreditar que, efectivamente, esa persona está trabajando en dicha compañía. En ella se deben indicar claramente los datos de la empresa y del empleado, especificando el puesto de trabajo y/o las funciones desempeñadas. Se trata de un documento de especial interés si el trabajador considera que su actual empresa forma parte del sector en el que quiere desarrollar su carrera, pues puede abrir la puerta de otro nuevo empleo en el futuro. Además, es especialmente interesante si se va a buscar trabajo en el extranjero, pues un certificado así es muy habitual en otros países.
Cuándo y cómo solicitarlo
Lo ideal es solicitar el certificado laboral a la empresa mientras se está trabajando en ella. También se puede solicitar a la conclusión del contrato firmado, sobre todo si esta finalización ha sido amistosa. En ese caso, se puede también solicitar una carta de recomendación, resaltando más detalladamente las funciones desempeñadas y las virtudes del empleado. Esta carta se puede entregar de manera adjunta al certificado. Conviene no confundir este documento con el certificado de vida laboral, que es un informe recapitulativo que realiza la Seguridad Social mostrando todos los años trabajados por una persona. Tampoco hay que confundirlo con el certificado de empresa, entregado por ésta al Servicio de Empleo correspondiente para acreditar que esa persona ha sido contratada.
Todo trabajador debe tener siempre la vista puesta en el futuro. Y un documento que puede ayudar a conseguir un nuevo empleo es el certificado laboral. Por ello, conviene ser previsor y solicitar uno a la empresa para la que se trabaja, pues servirá como acreditación en futuras búsquedas de empleo. También se puede solicitar a la conclusión de una relación contractual, junto con una eventual carta de recomendación.